Archive for diciembre, 2021
Poner tal y como es el lenguaje de nuestros campesinos (crítica literaria de Nel Llano, 1923)
Hebo un tiempu en qu’iscribir en cántabru pudía ser un valor.
Nel Llano ejerciendo de críticu literariu para ‘El Pueblo Cántabro’ en 1923. Atentu a ‘Pepina. Novela Montañesa’, de Alfredo de la Garma:
«nada más que le falta una cosa […] que hubiera copiado exactamente el lenguaje de nuestros campesinos […] no olvide que, junto a sus cualidades de observador y de sincero en la parte psicológica y descriptiva, es menester poner tal y como es, sin el más leve refinamiento, el lenguaje de nuestros campesinos».
Ojalá caltuviéramos esa idea custumbrista de Llano, haguañu el 90% de lo jechu en Cantabria «currigi» l’habla popular.
Vía David Humara Obregón.
Reivindicación del lenguaje popular (J. L. Sánchez Noriega, 1978)
De Araceli González Vázquez
Si no he identificado mal al autor del texto, en noviembre de 1978, el comillano José Luis Sánchez Noriega, hoy profesor titular de Historia del cine de la Universidad Complutense de Madrid, especialista en la obra cinematográfica de Mario Camus, publica en la Hoja Oficial del Lunes una “Reivindicación del lenguaje popular”. En ese artículo, Sánchez Noriega propone, en el marco de una defensa de la autonomía de Cantabria de la que se declara partidario, la reivindicación de la existencia de “una forma de hablar diferente” en Cantabria, y el “derecho a poder usar legítimamente y sin ruborizaciones de ningún género el habla que nos enseñaron nuestros progenitores”[1].
Un texto que merece la pena recuperar y leer.
Sánchez Noriega no es el primero que usa la expresión «lenguaje popular» para denominar al cántabru. Han sido varios los autores que han hablado de “lenguaje popular”. Forma parte del título de varias obras: de la de Huidobro de 1907 (“lenguaje popular de La Montaña”)[2], o de la de García-Lomas de 1949 (“lenguaje popular de las Montañas de Santander”)[3]. En el caso de García-Lomas, “lenguaje popular” (1949), sustituye a “dialecto popular” (1922)[4]. En 1966, una segunda edición de su obra introduce una nueva variación en el título, esta vez para modificar la denominación del lugar: “lenguaje popular de la Cantabria Montañesa”[5].
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